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COCTELERA BAR VIDRIO

COPA CABERNET MARTINI

cAFÉ & LICOR

LA UNIÓN HACE LA FUERZA


Cuando esta combinación se realiza teniendo en cuenta la amplia gama de matices que ofrece la bebida estimulante da como resultado una experiencia única para los sentidos. ¿Cómo lograrla?


No se sabe con exactitud el justo instante en que café y licor se encontraron en una misma taza. 
Se habla de muchos momentos. Uno de los primeros quedó registrado en la mejor y más grande guía de cócteles de todos los tiempos: la Difford’s Guide. En su edición de 1887, Jerry “The Professor” Thomas, considerado el precursor de la coctelería actual, escribió de manera anónima una receta que mezclaba café con oporto, coñac y sirope de azúcar.  



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Pero no ha sido el único. Casi un siglo después, en una granja de la península alemana de Nordstrand, en la costa del Mar del Norte, el granjero Peter Johannsen le dio vida al Fariseo o Pharisäer. 
Era el anfitrión en la celebración del bautizo de su séptima hija, Johana Theodora Katharina un 29 de febrero de 1872. Durante el evento religioso no se debía tomar ninguna bebida alcohólica, así que sirvió un poco de ron en el café y encima le puso una capa de nata para disimular. 
Según cuenta la revista digital Vinos y Caminos, cuando el pastor Georg Bleyer, quien estaba al frente del bautizo, descubrió el olor alcohólico en casi todas las tazas, a excepción de la propia, les dijo a los asistentes: “Oh, ihr Pharisäer” (¡Ah, vosotros, fariseos!). 
Otro de los más conocidos tuvo lugar en la década de los años cuarenta. Un chef irlandés llamado Jose Sheridan decidió añadirle a una taza de café oscuro un chorro de whisky, un poco de azúcar y crema recién batida.

Era una noche tormentosa en una base aérea en la costa oeste de Irlanda. De acuerdo con la Diageo Bar Academy, Sheridan trabajaba allí y para calentar a los pasajeros que quedaron varados por las condiciones climáticas creó, sin saberlo, el Café Irlandés o Irish Coffee.      

Los más conocidos
Estas bebidas fueron solo el comienzo. Desde entonces, han surgido una amplia variedad de preparaciones cuya base es café expreso, frío o caliente, o filtrado: está el Rüdesheimer Kaffee, creado por el chef alemán Hans Karl Adam, a base de brandy, y el Espresso Martini, inventado por Dick Bradsell, en 1983, a base de vodka y licor de café.

El carajillo
Muy famoso es también el Carajillo, una mezcla de café y ron o brandy cuyo origen aún no se sabe con certeza. Una teoría asegura que nació en Cuba durante la Guerra de Independencia, a finales del siglo XIX. Se dice que los soldados españoles mezclaban café y brandy para darse “corajillo” antes de entrar en combate. 
No obstante, según la Enciclopedia de Barcelona el carajillo es un invento de la comarca del Barcelonès, y la mejor prueba de ello es la gran profusión de teorías sobre su origen que se disputan las poblaciones de dicha comarca. No obstante, asegura la publicación, la versión que parece más razonable es que los indianos badalonenses “que habían hecho fortuna en las Américas tenían por costumbre darle a los esclavos un carajo cada mañana para que empezaran a trabajar con ímpetu. El carajo era café con ron, y la versión reducida importada por estos indianos empezó a llamarse carajillo”.

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Variedad de licores
Pero además de estos, hay cócteles que combinan café con grappa, crema de cacao, Bourbon, absenta, tequila e incluso cachaça y pisco.
En Café San Alberto, por ejemplo, tienen un Coffee Martini a base de vodka Grey Goose y almíbar de café elaborado mediante un método de filtrado llamado cold brew, es decir de goteo frío, preparado por la marca. El café que se usa como ingrediente base es una combinación de 75 % Caturra y 25 % Castillo colado en presa francesa; esto asegura que la bebida mantenga sus notas aromáticas dulces y afrutadas, algo que suele perderse con el licor.
Y es que según Gustavo Villota, director de mercadeo de la marca, el café es una bebida muy sensible. Por eso, para que las mezclas con licor no opaquen su sabor, es necesario comprender las cualidades únicas del café y la mejor manera de resaltarlas. De ahí que se deban tener en cuenta ciertas variables: la calidad, la concentración, la cantidad, el método de preparación y, sobre todo, el tiempo en que va a estar en contacto con el licor. Si se manejan adecuadamente, el cóctel respetará el sabor natural de la estimulante bebida.  
Café San Alberto también ofrece un cóctel llamado Miel Burbujeante que si bien originalmente es sin licor (solo lleva agua tónica), cuenta con una versión con ginebra Bombay que se mezcla con una reducción de café cold brew.

Consejos de preparación
Para preparar un cóctel de café en casa, además de tener en cuenta las variables indicadas con anterioridad, es importante seguir los consejos expertos de bartenders y baristas experimentados:
Sin importar el cóctel, el café debe ser recién molido y estar fresco; nunca recalentado. Es imprescindible evitar dejarlo en reposo mucho tiempo, porque se oxida rápidamente y esto le hace perder matices. 

El barista Hawer Tamara recomienda evitar los cafés muy tostados y conocer bien su perfil; es decir, si este es afrutado, achocolatado, especiado o dulce, será más fácil saber con qué tipo de bebidas espirituosas se lleva mejor. Para lograr un cóctel más dulce, se puede acudir al licor de café, al amaretto o a la crema de whisky, pero si lo que se busca es un cóctel más seco e incluso con notas amaneradas, lo mejor será usar ron o whisky, o si la intención es lograr un sabor más intenso y vibrante, ginebra y vodka. 
Así mismo, sugiere utilizar para la preparación hielos de gran tamaño. Esto evitará que el cóctel se agüe y se altere el sabor. De igual manera, tener presentes las reacciones del café con ciertas frutas, en especial la piña y el maracuyá pues no son favorables para todos los organismos.   

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 Por ejemplo, para la preparación de un buen Espresso Martini, la Diageo Bar Academy recomienda poner especial atención a la crema. Es decir, a la capa espumosa y sedosa de burbujas apretadas que se sientan en la cabeza del cóctel. Los aceites naturales en el café deben combinarse con burbujas de aire para formar una espuma delicada y la mejor manera de lograr esto es airearlo con un buen batido. Así mismo aconseja:
* Nunca usar más bebida destilada que café y mantener la proporción de uno a uno. Ninguno de estos líquidos debe sobrepasar o dominar a al otro.
* Elegir cuidadosamente el café: si se trabaja con sabores fuertes o se va a combinar la bebida con chocolate, caramelo o vainilla, lo mejor será elegir una marca más tostada y oscura. 

Es fundamental recordar que el café puede tener una amplia gama de sabores que dependen de su origen, su procesamiento, la variedad, el tueste, el método de extracción y el método de preparación a la hora de combinarlo con licores como ingrediente principal o como complemento. En Colombia, la variedad predominante es arábica, que produce un café suave, de aroma delicado y gusto afrutado.
Y en cuanto a la preparación, existen diferentes métodos: el cono de goteo, la Jarra Chemex, cold brew, el sifón de vacío y la prensa francesa. Cada uno resalta una o varias particularidades del café que se llevan mejor con ciertos licores.