HERRAMIENTAS RECOMENDADAS
BAJAS EN CALORÍAS
DÍGALE SÍ A LAS SALSAS
DÍGALE SÍ A LAS SALSAS
Disfrutar de una buena salsa es posible si se eligen los ingredientes adecuados que además de sabrosos pueden ser muy nutritivos.
Tan pronto escuchamos la palabra salsa vienen a la mente imágenes de platos cremosos, con muchas calorías, incluso uno de los consejos más populares a la hora mejorar los hábitos alimenticios suele ser “evitarlas” por su alto contenido de grasas e ingredientes poco saludables. Sin embargo, existen salsas que además de exquisitas, están hechas a partir de productos que aportan muchos beneficios a la salud. Aquí le mostramos con cuatro ejemplos irresistibles, cómo prepararlas.
Tzatziki.
La reina de los aderezos griegos. Combina la frescura del pepino con las proteínas del yogurt. Es perfecta como aderezo en un sándwich, para comer con pan pita o bolitas de falafel.
Preparación:
• Pele un pepino, pártalo al medio y retire las semillas con ayuda de una cuchara. Conviértalo en una especie de puré con ayuda de un rallador de cocina.
• Póngalo en un colador con una pizca de sal y deje que libere la mayor cantidad de agua.
• En otro bowl ponga 400 gramos de yogurt griego 1 cucharada de aceite de oliva, medio diente de ajo picado muy fino y el jugo de medio limón.
• Apriete muy bien el pepino y escurra el exceso de líquido, agréguelo a la mezcla de yogurt y revuelva.
• Finalice con hojas de menta picadas. Rectifique la sal y deje reposar en nevera un par de horas antes de servir.
Chimichurri
El compañero perfecto de los asados argentinos. No hay un consenso sobre su origen pero en lo que todos están de acuerdo en que no puede faltar en una buena parrilla. Lo ideal es usarla para acompañar la carne una vez sale del fuego, pero también es excelente para el pollo, pescados y mariscos.
Preparación:
• Pique a mano un buen atado de perejil fresco y póngalo en un frasco de vidrio limpio y seco.
• Agregue 1 cucharada de orégano seco, 2 dientes de ajo finamente picados, sal, pimienta.
• Finalice con ¼ taza de vinagre de vino y una taza de aceite de girasol. Tape el frasco y agite.
• Debe prepararse con al menos un día de antelación para potenciar todos los sabores.
Chirmol
Un clásico de la cocina centro americana. En Guatemala, Salvador, Honduras y la zona de Chiapas al sudeste de México se consume esta deliciosa salsa en todo tipo de ocasiones. Algunos la asocian con el pico de gallo, pero sus sabores son mucho más intensos ya que el tomate se asa antes de su preparación. Es la excusa perfecta para incluir vegetales en la dieta.
Preparación:
• Para hacerla sólo es necesario poner en una parrilla o sartén muy caliente 4 tomates chontos maduros con todo y cáscara.
• Al cabo de unos minutos la cáscara se tuesta y se desprende con facilidad.
• Ponga los tomates en un mortero y vaya formando una salsa a mano.
• Agregue media cebolla cabezona finamente picada, un poco de cilantro, sal, pimienta y el jugo de medio limón.
• Si desea un poco de picante al gusto.
Guacamole
Uno de los grandes tesoros de la cocina mexicana. Es una receta que permite muchas variaciones con el aguacate como protagonista indiscutible. Puede usarse como relleno en un sándwich vegetariano, para acompañar unos nachos o unas papas al horno.
Preparación:
• Con ayuda de un tenedor convierta en puré un aguacate maduro.
• Pique finamente media cebolla morada, cúbrala con agua hirviendo por 10 minutos y cuele.
• Agregue la cebolla suavizada, el jugo de un limón y media taza de cilantro picado al puré de aguacate.
• Condimente con sal al gusto. Puede añadir también cubos de tomate sin cascara o trocitos de jalapeño para los amantes del picante.
