test taylor

¡DINOS TUS HÁBITOS Y TE DIREMOS QUIÉN ERES!

 ¿No sabes nada de eso que llaman sazón? ¿Se te corta hasta el agua? ¿Crees que si almacenas los alimentos calientes se descomponen? ¿O se daña la nevera? ¿Te tocas la nariz para escoger un aguacate? ¿Se te quema el pan en la puerta del horno? Con los TESTS TAYLOR podrás detectar, con algo de humor, cuál es tu perfil en materia culinaria.

Taylor Market es mucho más que el lugar donde encuentra los mejores utensilios de cocina. Nuestra filosofía se basa en crear cultura gastronómica para que podamos alimentarnos mejor. Por eso, queremos entender más a fondo cómo compran, preparan, sirven y almacenan los alimentos nuestros comensales, así que hemos elaborados unos divertidos tests con los que, rápidamente, podrás definir tu perfil.

¿Qué tanto te conoces?

¿Quieres saber más sobre tus hábitos de comida? ¿Te consideras un comprador promedio? ¿Eres un sibarita? ¿Te preocupas por comprar y consumir alimentos sanos? ¿Eres consciente de la trazabilidad de los ingredientes con los que cocinas? ¿Te gusta disfrutar los alimentos bien preparados y servidos? ¿Sabes almacenarlos?

Todas esas preguntas y algunas más van a ser respondidas con esta mecánica y estaremos publicando aquí los resultados obtenidos con miras a tener un panorama más claro de la cultura gastronómica que existe en Colombia. Son unos cuestionarios divertidos que se publican en nuestras redes sociales y a través de nuestros canales de comunicación para poder identificar los diferentes perfiles tanto de compradores, como de cocineros, anfitriones y hasta administrador del hogar, de cada uno de nuestros usuarios.

EL BÁSICO

El que va a la fija

A un comprador básico le gusta hacer mercado siempre en los mismos lugares y no es muy dado a innovar mucho, ni a cambiar de menú. No le gusta correr muchos riesgos cuando de comida se trata, así que tiene una cultura gastronómica que se basa más en su dieta base y en sus platos preferidos, esos que ha preparado toda la vida o los que comía en su casa de infancia, mas que en algo de experimentación con ingredientes que no conoce.

Su presupuesto para comprar alimentos también tiene que ver con su tendencia a elegir lo que conoce y sus pocas ganas de probar nuevas cosas porque prefiere ahorrar algo de dinero antes que incluir un producto más costoso o darse un pequeño gusto alimentario.

La razón de ser de su compra de mercado es llenar sus necesidades básicas, sin ir muy lejos en la oferta gastronómica. Comprar en lugares económicos es su mantra, al igual que escoger las marcas tradicionales.

EL FAMILIAR

Hay que consentir a la familia

Los compradores Familiares anteponen a su familia por encima de cualquier cosa, así que el mercado está pensado en darle gusto a cada uno de los miembros. Esto hace que se den algunos gustos, siempre y cuando sea para beneficio colectivo más que individual.

Igualmente, se preocupa por la salud del núcleo familiar, entonces, aunque a veces acepta algunas golosinas y galguerías, su filosofía de compra es velar por tener una dieta balanceada en todo momento y procurar para que sus compras tengan un poco de todo lo que se necesita para alimentarse bien y sano.

El Familiar busca en diferentes lugares si es necesario porque entiende que ciertos productos son mejores en determinados lugares o porque le gusta consentirlos y darles gusto con sus preferencias gastronómicas.

Aunque también tiene que buscar no pasarse del presupuesto y ahorrar, no escatima en ciertas cosas que hacen feliz a los suyos.

EL CONSCIENTE

¡Compra local, orgánica, ética!

El comprador consciente es aquel que sabe como alimentarse, pero también entiende de la importancia que implica la trazabilidad de los productos. La responsabilidad no solo es a la hora de comprar y alimentarse, sino también de ser coherente con esta filosofía de vida.

Temas como la agricultura orgánica, el pago justo, el impacto medioambiental, la huella de carbono, la compra local y la salud por encima de todo están grabados en su ADN y no tiene concesiones al respecto.

Su compra se basa en estos principios y no le importa tener que visitar muchos lugares o pedir a varios sitios siempre y cuando cumpla con sus estándares éticos. Aunque se da buena vida, es capaz de sacrificar gusto por salud o antojo por consciencia.

EL GOURMET

¡La buena vida es su mantra!

El gourmet es el gran sibarita. Para este tipo de compradores, ir a un buen supermercado o a un lugar donde venden productos exclusivos, es como ir a Disney para un niño. Sus visitas a estos sitios son parte del gran placer que le produce la comida de alta gama y son un verdadero deleite para todos sus sentidos.

No escatima en el precio, siempre y cuando se satisfagan sus gustos más insólitos. Le importa mucho que cada uno de los productos que elige sea de las marcas más top y de lugares especializados. No tiene problema en probar cosas nuevas y de ensayar ingredientes exóticos que seguramente escoge por alguna recomendación, porque lo leyó en algún lado o simplemente porque le dio curiosidad saber de qué se trata.

Ir a abastecerse es una afición y si también le gusta cocinar, seguramente, escogerá cada cosas pensando en lo que va a preparar y en darle gusta a su paladar. Sabe que la vida puede ser corta y aprovecha cada instante para deleitarse.