PASO A PASO

1.       Aliste un molde de 18 cm de ancho y úntelo con mantequilla en el fondo y los bordes. Cúbralo con un circulo de papel parafinado en la base y en la parte interna. (Ver foto)

Precaliente el horno a 170°C

Separe cuidadosamente las yemas de las claras y resérvelas.

2. Derrita el chocolate blanco a baño maría.

 

TIP: Caliente primero el agua del baño María y cuando suelte el hervor ponga el bowl con el chocolate y apague el fuego.

El calor residual será suficiente para derretir el chocolate sin que se queme.  está en fondo.

3. Deje que el chocolate enfríe un poco y agregue el queso Philadelphia

 

TIP: no se recomienda reemplazar el queso Philadelphia por queso crema, ya que la mezcla quedaría excesivamente líquida.

 

4. Agregue las cuatro yemas y mezcle. Reserve

5. Ponga en la batidora las cuatro claras y bátalas a velocidad media hasta que lleguen a punto de nieve.

 

6. Vaya incorporando las claras a la mezcla de yemas, chocolate y queso con la ayuda de una espátula y movimientos envolventes. Hágalo más o menos en 3 o 4 tandas, asegurándose de que no queden grumos de clara.

7. Vierta la mezcla en el molde y llévelo al horno en una fuente con agua caliente para que se cocine a baño maría

 

TIP: Ponga una servilleta de papel en el fondo de la fuente para que se mantenga en su sitio.

 

8.  Hornee por espacio de 20 minutos y luego baje la temperatura a 160°C. Hornee 15 minutos más.

 

Apague el horno y deje el pastel en su interior por otros 15 minutos.

9. Retire del horno y deje enfriar completamente la preparación antes de desmoldar. El cheesecake será especialmente frágil, pero una vez pierde calor es muy fácil de desmoldar y manipular.

 

Desmóldelo y decórelo con fresas, arándanos, cerezas y si lo desea un poco de azúcar pulverizada.