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malteadora

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copa para malteadas

malteadas

elixir en una copa

Estas bebidas, hechas a base de helado cremoso y leche, no solo son deliciosas y fáciles de preparar, también se pueden convertir en una refrescante y nutritiva alternativa para el desayuno o para cualquier hora del día con solo variar algunos ingredientes. Ideas para hacerlas en casa. 

 

¿Quién no recuerda la escena de la malteada de Mia Wallace en Tiempos violentos? Sentada en una de las mesas de Jack Rabbit Slim’s, un restaurante ambientado en la década de los años cincuenta, la esposa de un temido gángster toma, silenciosa, la cremosa bebida y da su veredicto: “¡Deliciosa!”. 

No podíamos estar más de acuerdo con el personaje encarnado por Uma Thurman: sí que lo es.
Más allá de la película de culto, hay algo seguro: una malteada nos remite, casi siempre e instantáneamente, a un momento en el pasado… a nuestra infancia. 




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La escena de una fuente de soda, una copa alargada de vidrio y una larga pajilla quizás sea familiar para muchos, pero si no es así, probablemente lo sea la sensación cremosa, espumosa y ligera de sorber un batido hecho a base de helado y leche.   
La bebida, originalmente creada a partir de una mezcla de malta de cebada, harina de trigo y leche en polvo, fue obra de los hermanos James y William Horlick, fundadores de la compañía Horlicks, de Chicago, Estados Unidos, quienes patentaron en 1887 una fórmula a la que llamaron leche malteada y que estaba pensada como un suplemento alimenticio para bebés. 

A finales del siglo XIX, con la aparición de los refrigeradores y las batidoras eléctricas, la fórmula fue mezclada con helado y el resultado es la malteada que todos conocemos hoy día.

Si bien se volvió popular en la época de la posguerra, a finales de la década de los años cuarenta, ha sido el postre favorito de muchos desde entonces y hasta nuestros días, y la bebida que suele acompañar una amplia variedad de comidas rápidas.


 
Nuevos sabores
Aunque las malteadas clásicas están hechas a base de helado de fresa, vainilla o chocolate (con una cereza en la parte más alta), ahora cualquier helado puede transformarse en este delicioso elixir y casi cualquier dulce en un topping para hacerle compañía, desde masmelos, gomitas, galletas y caramelos, hasta trozos enteros de chocolate.  

¿Qué tal una de brownie, cookies and cream o macadamia? Suena interesante, pero también las hay de té chai, de té matcha, de lavanda, de miel de maple y tocino, de limonada de coco o de aguacate, o de postres que originalmente tienen otras presentaciones, como el dulce de leche, el arroz de leche, el red velvet, el cheese cake, los churros, el algodón de azúcar y hasta los cupcakes.
 
Por supuesto, no faltan también las que llevan fruta natural y es que con todas se puede hacer una malteada, incluso con las más exóticas como el camu camu, el açaí, el corozo, la gulupa, el copuazú y el arazá. O con un toque de licor. ¿Los preferidos? Crema de whisky, piña colada, licor o crema de café, Bourbon, ron, amaretto, vodka, cerveza y tequila.  


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 ¿Cómo prepararla?
Hacer una malteada casera es muy sencillo. Solo se necesita helado (no importa el sabor) y leche entera. También hay recetas que incluyen fruta fresca y polvo de malta, así como jarabes o salsas de sabores, extracto de vainilla, canela en polvo, hielo, leche condensada y crema chantillí. Todo depende del tiempo con que se cuente y el nivel de dificultad que se quiera afrontar. Acá algunos tips de preparación para que sea más fácil.
* Las malteadas se hacen usualmente con mezcladores especiales (una malteadora sería ideal); sin embargo, también se puede preparar en licuadora o batidora. En este caso, para que quede espesa y cremosa, es importante dejar de licuar o batir una vez se integren todos los ingredientes; es decir, con unos 40 segundos será suficiente.
* La medida ideal son tres bolas de helado por 1/4 de taza de leche (60 ml).
* Si se quiere espesa, la clave está en utilizar menos leche entera (o usar yogur) y un helado más consistente o cremoso; es decir, con menos aire. 
* Si se va a incluir fruta fresca en la malteada, es fundamental tener en cuenta su contenido de agua a la hora de lograr la textura ideal. Para batidos más espesos, es necesario usar helado o yogur, y para batidos más ligeros, leche de vaca o vegetal (soya, almendras, avena, coco…). 
* Antes de preparar la malteada, el helado debe estar suave (no derretido). Si se pone congelado en la licuadora, se necesitará mayor cantidad de leche y no logrará la consistencia cremosa. 

 * Antes de servir la malteada, poner el vaso en la nevera e incluso un rato en el congelador, asegurará que esté fría por más tiempo.
* Si la malteada queda líquida, no hay problema. Con poner media bola o una bola de helado de más será suficiente. 

¿Malteadas saludables? ¡Sí!
Una malteada ligera y saludable que se pueda tomar al desayuno tiene casi los mismos ingredientes; solo se cambia el helado por yogur, leche descremada o baja en grasa, o leche vegetal (soya, almendras, avena, coco) y se adiciona una porción de fruta fresca.
 Si se quiere un batido consistente y cremoso, con una textura similar a la de la malteada, es importante utilizar menos leche y más fruta (ya no sería una malteada sino un smoothie, pero se consigue la textura). Las que permiten una mejor densidad son las que tienen menos contenido de agua, como el banano, el melocotón y la manzana. 
 En el caso de las que cuentan con más agua, como la naranja, la mandarina, la sandía y el melón, es imprescindible usar una base de helado o yogur espeso, al igual que si se utiliza el zumo o la pulpa.  
 Cuando la fruta es dulce, como el banano, no requiere azúcar, pero si es ácida, se puede adicionar estevia o un endulzante artificial.
 Si se quiere usar helado, lo mejor será elegir los bajos en grasa o sin azúcar.

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