¡SIN TABLAS NO HAY PARAISO!

No hay que ser un experto chef, ni tampoco un gomoso de la cocina para entender que tener una tabla es fundamental a la hora de cocinar. Esta herramienta es clave para evitar accidentes y también sirve como un elemento muy útil para llevar alimentos a la mesa o usar como base de platos calientes.

Picar, cortar, rebanar…son tantas las técnicas que se pueden llevar a cabo con ayuda de una buena tabla que es casi imposible pensar en la actividad gastronómica sin tenerlas a mano. No sólo son prácticas, sino que se han convertido en un elemento de seguridad indispensable para cualquier cocinero aficionado o profesional. Algunos de los accidentes más absurdos en la cocina ocurren justamente por usar cuchillos o elementos afilados sin contar con una buena superficie de corte. Podemos encontrarlas elaboradas a partir de materias naturales como madera, o sintéticas de materiales igualmente resistentes como el polipropileno.

Tablas de madera

Su primera cualidad salta a la vista y es la belleza del material. Las tablas de madera no sólo se lucen durante la preparación de los alimentos, sino que sirven como elemento de servicio al momento de llevar los alimentos a la mesa. Son perfectas para ofrecer una selección de quesos, embutidos o diferentes cortes de un asado. La sugerencia es invertir en una pieza hecha con maderas de buena calidad. Tenga en cuenta que las más resistentes hacen que los cuchillos deban afilarse con cierta frecuencia, pero eso no es un problema. En el sector industrial suelen evitarse este tipo de tablas por temas sanitarios, pero en cuanto a su uso doméstico son muy funcionales y seguras si se cuidan apropiadamente. Para mantenerlas en optimo estado conviene humectarlas de vez en cuando con aceites y ceras especialmente diseñadas que regeneran las fibras de la madera.