Esta herramienta de corte ha trazado una ruta muy importante en la historia de la humanidad. En el mundo culinario es el utensilio más preciado por los grandes cocineros y un accesorio fundamental en la cocina. En Taylor Market contamos con los mejores cuchillos para los amantes de la gastronomía.
En el mundo de los grandes chefs que alguno le regale un cuchillo a otro es un verdadero honor y el hecho se ha convertido en todo un ritual entre ellos lleno de simbolismos. Es como si fuera una especie de investidura en la que un cocinero le pasa a otro su bien más preciado dándole el honor de hacer parte de una especie de cofradía. Es por esto que, en el arte culinario, los cuchillos no son simples elementos de corte, sino que representan algo mucho más profundo como las destrezas de quienes los manipulan creando toda una cultura en su entorno. Algo que se transmite y se refleja en cada uno de los sabores que salen de una cocina profesional.
La historia del cuchillo es la historia de la humanidad. Sabemos que desde la prehistoria se ha necesitado de herramientas de corte para cazar y trocear el animal para comérselo. En ese entonces, las piedras “pulidas” eran las bases de este tipo de objetos y el tema no ha cambiado mucho en cuanto a materiales de elaboración. Obviamente los procesos se han tecnificado e industrializado y con el desarrollo metalúrgico, donde la piedra se reemplazó por metal, los cuchillos encontraron un camino más prolijo para cumplir con sus funciones. Y con la llegada al mundo del acero inoxidable el tema mejoró ostensiblemente. Sin embargo, la esencia misma de la herramienta de corte sigue el mismo curso de su propio origen.
El cuchillo ha estado muy vinculado con culturas guerreras como la egipcia, la celta, la romana y más recientemente con todas aquellas que históricamente han tenido conflictos bélicos relacionados con espadas, como los japoneses, los alemanes, los franceses, los árabes y los españoles. También son parte fundamental en la historia de castas milenarias como la de la élite militar samurái, donde una espada o Katana representaba el honor de estos guerreros y saberla manejar a la perfección se constituía en un verdadero arte que solo algunos alcanzaban. Según el diccionario de los símbolos: “La hoja larga evoca la nobleza y la altura espiritual de quien lleva la espada”. Por eso, quienes hacían esos sables o katanas a mano eran considerados verdaderos maestros y aún hoy existen artesanos que las hacen bajo el mismo proceso de precisión. No olvidemos al famoso Hattori Hanzō, quien en la saga de Kill Bill, fue el maestro artesano encargado de fabricarle la espada perfecta a la protagonista para poder cumplir con su venganza.
En el siglo XVIII, cuando se perfeccionó el uso del acero en este tipo de implementos, se pusieron de moda los famosos cuchillos de bolsillo, conocidos como navajas, que servían para múltiples necesidades como abrir cartas, afilar un lápiz, cortar pan y frutas, entre muchos otras y dando pie a tener un implemento multiusos.
“Un cuchillo mal afilado podrá estropear la comida”,
Julia Child.
EN LA ESCENA GASTRONÓMICA
“El cuchillo tiene que estar tan afilado como una cuchilla, pues de lo contrario aplastará y estropeará la comida en vez de cortarla y trocearla. Se considera que un cuchillo está afilado cuando su solo peso encima de un tomate le raja la piel”, escribió la famosa chef Julia Child en su libro “El arte de la cocina francesa”. Cortar, entonces, hace parte fundamental del oficio diario de cualquier cocinero y sus cuchillos representan los únicos utensilios de su cocina que no se comparten con nadie. Cada chef tiene su propio “arsenal” y los limpia, los afila y los guarda como si fueran su mayor tesoro. ¡Sus cuchillos son intocables!
Muchos chefs compran varios cuchillos a lo largo de su carrera porque, siendo uno de los implementos que más representan su verdadero oficio, se convierten en obsesivos coleccionistas, así que los van adquiriendo más por placer que por necesidad. Muchas veces, incluso, hacen parte de sus recuerdos y los guardan como verdaderas joyas o amuletos que cargan con historias imborrables.
Aunque suene extraño, y según lo ratifica la frase de Child, la forma en que se cortan los ingredientes puede alterar su preparación. No es lo mismo tener unas verduras cortadas prolijamente a otras cuyo troceado sea más rústico porque terminarán cocinándose de manera irregular (de acuerdo con su tamaño) lo que se traduce en una sutil diferencia en el resultado final del platillo. Los sabores cambian cuando esto ocurre y en el arte de la gastronomía cada detalle es importante.
LOS MEJORES DEL MUNDO
¡NO SE VAYA A RAJAR!
Los cuchillos también tienen talla por eso es importante saber la estatura y el tamaño de la mano de quien la va a usar para que compre uno a su medida.
Si es amante de la gastronomía y le gusta cocinar, siempre tenga un cuchillo especial que no toque nadie más.
Cuide su cuchillo como si fuera su joya más preciada. No lo preste, lávelo bien siempre que lo usa, afílelo permanentemente y conózcalo a fondo para que hagan un “buen maridaje”.
El mejor consejo para no cortarse es tener un buen cuchillo y bien afilado. Cuando hay que hacer esfuerzo para cortar es cuando más accidentes se presentan.
En Taylor Market encuentra más de 300 referencias diferentes de cuchillos de todos los estilos, precios, tamaño y necesidades.
La superstición de que "regalar un cuchillo trae mala suerte” es algo que no se sabe bien de donde viene, pero lo cierto es que en el mundo de la gastronomía no existe esa creencia. Todo lo contrario, que un chef regale un cuchillo simboliza respeto por el otro cocinero.
Por el contrario, en las Islas Británicas existe la creencia de que si se encuentra un cuchillo en la cuna de un niño, será de buena suerte para este.
Durante la Edad Media los novios le regalaban un cuchillo a la novia para que ellas lo llevaran el día de la boda, como hoy se lleva el ramo de flores. Esto simbolizaba que si el amor no era real, el cuchillo cortaría con el amor del novio.